¿Te han dado una paliza? He aquí por qué no es culpa tuya.
Imagínatelo: vas en bici, disfrutando del aire fresco y la libertad de la carretera. De repente, de la nada, la puerta de un coche se abre justo delante de ti. La puerta se abre de repente, sin darte tiempo a reaccionar, y chocas contra ella, con el resultado de lesiones para ti y daños en
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